viernes, 21 de diciembre de 2012

SI MASLOW LEVANTARA LA CABEZA...

La Pirámide de Maslow sobre la Jerarquía de Necesidades es bastante conocida, pero vamos a revisar si el orden de motivaciones que nos proporciona se respeta hoy en día.

En la base se encuentran las necesidades fisiológicas, esos instintos de los que hablábamos el otro día: comida, sueño, sexo, etc. No dudamos que estas motivaciones son las primarias, las que menos podemos controlar y que funcionan como base para todas las demás. La gente lucha y hace lo imposible por comer y dar de comer a su familia, a veces haciendo malabares con un solo sueldo o una mísera pensión, así como enfrentarse a la policía para no ser desahuciada y seguir disponiendo de un lugar de cobijo y descanso, de un hogar.

El primer escalón lo forman las motivaciones referidas a la seguridad, la necesidad de sentir que el mundo está organizado y es predecible, la necesidad de sentirse a salvo, seguro y estable. Aquí ya tenemos más problemas. En la actualidad, la mayoría de las personas no sienten esta seguridad, ya sea por miedo a perder el empleo y todo lo que ello conlleva, o casos más graves como los anteriormente comentados (hambre, desahucios,...). No hay seguridad de mantener nuestra calidad de vida.

Continuamos en el nivel de pertenencia y amor, las relaciones afectivas y sociales, las grandes olvidadas en épocas de crisis. Cuando algo nos va mal, lo pagamos con las personas que nos rodean: una relación de pareja puede romperse por la frustración creada por la pérdida de un empleo o por ser estafado por una inmobiliaria (aquí tenéis un ejemplo). ¿No deberíamos cuidar de nuestras relaciones ahora más que nunca?

En el siguiente escalón encontramos la motivación hacia el reconocimiento: autoestima, logro, competencia, independencia, respeto, éxito. Esto me da miedo. ¿Son estas motivaciones positivas o son ellas las que han llevado a polític@s, empresari@s, banquer@s y demás gente de poder a crear esta crisis de la que tanto nos cuesta salir?

Por último, en la cúspide de la pirámide encontramos la autorrealización y autorreconomiciento, escalón que cada persona interpreta de una forma diferente y al que creo que muy pocas llegan. La mayoría, en mi opinión, se pierden entre el dinero, el poder y todas esas necesidades no necesariamente necesarias. 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

SOMOS SERES CON INSTINTOS

INSTINTO: conducta compleja rígidamente diseñada para toda una especie y que no se aprende.

Cuando la Teoría de la Evolución de Darwin estaba en auge, se puso de moda clasificar todas las clases de conductas como instintos. Esta corriente cayó pronto en desuso, pero no podemos negar que el ser humano se guía por tendencias innatas, los genes predisponen muchas respuestas que no somos capaces de cambiar.

La Teoría de Reducción de Impulsos nos dice que las necesidades fisiológicas (y yo añadiría las psicológicas) crean un estado de tensión, un impulso, que lleva al organismo a satisfacer esa necesidad. Cuanto más complejo sea el sistema nervioso del organismo, más compleja será la respuesta. De esta manera, ante la necesidad de refugio, un pájaro se construye un nido y una persona se construye (o se compra, o se compraba) una casa. 


Además del instinto para buscar refugio, podemos pensar en el hambre, el sexo, el sueño, ¿y el dinero? El afán de logro es otro de los instintos más importantes, no existe duda de ello hoy en día, la crisis nos ha demostrado que sin dinero no somos nada y que hemos llegado a esta situación, entre otras cosas, por la codicia de unos pocos. Nuestro aprendizaje influye en nuestra motivación haciendo que nos sintamos atraídos por incentivos como el dinero, que nos activa y nos impulsa a responder tanto como un instinto.

Personalmente, creo que la avaricia de algunas personas va más allá de esta explicación. Cuando tenemos hambre, sed o sueño, nos dejamos llevar por el instinto, pero las acciones cometidas por el afán por el dinero: explotación, estafas, fraudes, robos, mentiras, ... solo pueden ser explicadas si investigamos una dimensión más profunda y oscura del ser humano.

domingo, 15 de enero de 2012

ACOSO HOMOFÓBICO

Hace unos meses, el suicidio de un adolescente norteamericano de tan solo 14 años hizo saltar todas las alarmas sobre la mayor tasa de suicidio entre adolescentes homosexuales. El colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) se enfrenta a una continua discriminación que comienza en la primera infancia y en muchos casos se intensifica en la adolescencia. La violencia en las aulas que sufren estos adolescentes es mayor que el sufrido entre heterosexuales, simplemente por su orientación sexual o identidad de género.

Esta situación, que podría creerse extinguida debido al avance de la igualdad social y legal ( como por ejemplo por la Ley de matrimonios entre personas del mismo sexo), está lejos de desaparecer. Por eso resulta importante que en los centros escolares se tenga en cuenta y se desarrollen programas de educación sexual en los que trabajar la tolerancia de los y las adolescentes, así como programas de prevención de la violencia en las aulas.

El siguiente vídeo invita a los adolescentes a denunciar el acoso homofóbico:


Para finalizar esta entrada, me gustaría plantear una reflexión: ¿Qué lleva a los adolescentes a estar motivados hacia el odio?

MOTIVACIÓN ADOLESCENTE EN SERIES DE TV


La oferta y variedad de series televisivas es amplísima, si bien abundan los contenidos vacíos y absurdos. En las series para adolescentes solemos encontrarnos con niños y niñas cuyas motivaciones y actuaciones son las propias de personas adultas, mostrando una situación muy lejana de la realidad. Personalmente creo que estas series hacen un flaco favor a la sociedad, metiendo en la mente de los más pequeños unas ideas que posteriormente serán muy difíciles de cambiar.
Mi predilección son las series británicas. En ellas podemos encontrar un humor diferente al norteamericano, ese que nos meten hasta en la sopa. Y también podemos encontrar una concepción diferente de los adolescentes actuales, una imagen dura, pero realista.
Una de esas series se titula SKINS, y puedes ver a los protagonistas aquí. Sexo, drogas, vandalismo, obsesiones, acciones y motivaciones adolescentes lejos de ideales Disney. Sus personajes muestran motivaciones bien diferentes: adelgazar, ser más popular, perder la virginidad, divertirse, o ser un buen músico o bailarín. Los personajes protagonistas viven gran cantidad de situaciones que les harán cambiar sus preferencias, pero al menos muestras una motivación clara hacia el futuro.


Otra serie que muestra una realidad diferente de los adolescentes actuales es MISFITS. En este caso, lo que caracteriza a los protagonistas es la falta de motivación y su mala suerte. Chicos y chicas peculiares que no muestran un interés especial por nada, ni estudiar, ni trabajar, ni relacionarse. La trama comienza cuando reciben superpoderes por culpa de una tormenta eléctrica. Lejos de convertirse en los superheroes tan explotados en cine y televisión, estos jóvenes continúan sus vidas de la forma más normal posible, pues estos poderes no hacen más que complicar una vida ya complicada. Finalizo esta entrada con una foto de estos jóvenes desmotivados.


COMENTARIO SOBRE BLOG EDUEX

El blog educativo extremeño me parece un buen recurso para todas aquellas personas que deseen mejorar sus competencias respecto a las TIC, especialmente los blogs, y para todo el personal docente que trabaje en el ámbito educativo.

A través de entradas breves nos proporciona una amplia información utilizando todo tipo de recursos. vídeos, enlaces a otras páginas, imágenes, etc. Lástima que lleve tanto tiempo sin actualizarse.

Puedes encontrar el blog comentado aquí.

MOTIVADOS: CERO

Vivimos en un mundo donde la motivación brilla por su ausencia. La crisis actual que azota el mundo ha arrasado las ilusiones y motivaciones de la gente, sobre todo de las personas más jóvenes. ¿Qué sentido tiene esforzarse si no se va a conseguir nada a cambio? Hay gente que se ha indignado porque se encuentra motivada para el cambio, pero muchas otras personas se mantienen quietas, pasivas, sin muestra alguna de interés o motivación.

Hace poco comentaba con unas colegas la mala suerte que hemos tenido los jóvenes entre 25 y 30 años, pues acudimos a la universidad llenos de esperanzas y al terminar nuestros estudios nos encontramos con una situación para la que nadie nos había prevenido. Sin embargo, comentamos que la situación de los adolescentes actuales es aun peor, pues al crecer con tan pocas expectativas de futuro, suponemos que su motivación para afrontar el día a día debe ser mucho menor.

Como opositor a secundaria, creo que un tema fundamental que debe trabajarse en las aulas es la motivación del alumnado. Pero, ¿sabemos cómo trabajar esa motivación? De hecho, ¿sabemos al menos qué es la motivación?

Este blog pretende dar respuesta a algunas de esas preguntas, así como proporcionar estrategias al personal docente para trabajar esta falta de motivación.

Bienvenid@s